…” Dime por favor donde puedo caminar sin ver tus huellas, donde puedo correr sin recordarte y donde descansar con mi tristeza.
Dime por favor cual es el cielo que no tiene el calor de tu mirada y
cual es el sol que tiene luz tan solo y no la sensación de que me
llamas.
Dime por favor cual es el rincón en el cual no dejaste tu
presencia. Dime por favor cual es el hueco de mi almohada que no tiene escondidos
tus recuerdos. Dime por favor cual es la noche en la que no vendrás
para velar mis sueños… Que no puedo vivir porque te extraño y no puedo
morir porque te quiero.”…
…”Después de un tiempo, uno aprende la
sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma, y uno
aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa
seguridad y uno empieza aprender.
Que los besos no son contratos y
los regalos no son promesas y uno empieza aceptar sus derrotas con la
cabeza alta y los ojos abiertos y uno aprende a construir todos sus
caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro
para planes… y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calorcito del sol quema.
Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar
de esperar a que alguien le traiga flores. Y uno aprende que realmente
puede aguantar, que uno es realmente fuerte, que uno realmente vale, y
uno aprende y aprende… y con cada adiós uno aprende.”…
-Miguel Ruiz Fernández.
Dime por favor cual es el cielo que no tiene el calor de tu mirada y cual es el sol que tiene luz tan solo y no la sensación de que me llamas.
Dime por favor cual es el rincón en el cual no dejaste tu presencia. Dime por favor cual es el hueco de mi almohada que no tiene escondidos tus recuerdos. Dime por favor cual es la noche en la que no vendrás para velar mis sueños… Que no puedo vivir porque te extraño y no puedo morir porque te quiero.”…
…”Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma, y uno aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa seguridad y uno empieza aprender.
Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas y uno empieza aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes… y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calorcito del sol quema.
Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores. Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno es realmente fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende… y con cada adiós uno aprende.”…
-Miguel Ruiz Fernández.