domingo, 23 de septiembre de 2012

El Banquero y el hortelano


 
Un banquero que estaba en la plaza de un pueblo español, en esto que llegó un carro con un hortelano. Dentro del carro había varios melones amarillos de buen tamaño. El banquero elogió al hortelano por la calidad de los melones y le preguntó, que cuánto tiempo le había tomado en recogerlos.
El hortelano le respondió poco tiempo. Después el banquero le preguntó por qué no permanecía más tiempo y recogía más melones? El hortelano dijo que él tenía lo suficiente para satisfacer las necesidades inmediatas de su familia.
Siguió preguntando el banquero, ¿pero qué hace usted con el resto de su tiempo?. El hortelano dijo, "duermo hasta tarde, recojo un poco, juego con mis hijos, hago siesta con mi señora, Rosa, salgo todas las noches al centro del pueblo donde tomo vino
y toco guitarra con mis amigos. Tengo una vida ocupada y amena."

El banquero replicó, "Soy un MBA de Harvard y podría ayudarte. Deberías gastar más tiempo en

la huerta y con los ingresos comprar una huerta más grande, con los ingresos de la huerta más grande podrías comprar varios carros, eventualmente tendrías una flota de carros y gente. En vez de vender los melones a un intermediario lo podrías hacer directamente a un almacén, eventualmente abrir tu propio almacén. Deberías controlar la producción, el procesamiento y la distribución. Deberías salir de este "mugroso" pueblo e irte a la capital, luego a Alemania y eventualmente a Londres, donde manejarías tu empresa en expansión".

El hortelano preguntó, ¿pero cuánto tiempo tarda todo eso?. A lo cual respondió el banquero, hombre, entre 15 y 20 años. ¿Y luego qué?. El banquero se rió y dijo que esa era la mejor parte. Cuando llegue la hora deberías anunciar un IPO (Oferta inicial de acciones) y vender las acciones de tu empresa al público. Te volverás rico, tendrás millones.

Millones !!....... ¿ y luego qué?. El banquero respondió. Luego te puedes retirar. Te mudas a un pueblo donde puedes dormir hasta tarde, trabajar para entretenerte un poco, jugar con tus hijos, hacer siesta con tu mujer, ir todas las noches al centro del pueblo donde podrás tomar vino y tocar guitarra con tus amigos libre de preocupaciones".

El hortelano respondió, acaso eso no es lo que tengo ya?

MORALEJA: Cuantas vidas desperdiciadas buscando lograr una felicidad que ya se tiene pero que muchas veces no vemos. La verdadera felicidad consiste en amar lo que tenemos y no sentirnos tristes por aquello que no tienes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario