martes, 11 de diciembre de 2012

NOBEL A LA MAGIA CUÁNTICA

El inolvidable patriarca de la ciencia-ficción Arthur C. Clarke, en el ensayo Perfiles de futuro de 1962, formula su célebre tercera ley de la tecnociencia: "Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia". 
 El galardón premia al francés Haroche y al estadounidense Wineland
El premio Nobel de Física de este año 2012 se lo han otorgado a dos científicos a los que no se puede tachar de magos porque, entre otras cosas, simplemente han publicado sus trucos, de manera que cualquiera, siguiendo sus métodos y usando sus mismos equipos, puede obtener exactamente los mismos resultados que los han encumbrado. Casi solo por eso, en lo que sigue estaremos hablando de ciencia y no de magia.

¿Se puede estar vivo y muerto a la vez? ¿Es tan mítico el don de la ubicuidad? ¿Puede teletransportarse un objeto sin ayuda externa ni en vehículo alguno? ¿Es posible traspasar paredes sin destruirlas? En el mundo que nos rodea, nada de lo anterior es posible; pero en el mundo cuántico, o sea, en el microcosmos de las moléculas, los átomos y los núcleos, todo esto ocurre de manera tan frecuente y bien domeñada que más de la mitad de la tecnología actual se basa en esa magia cuántica.

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