El inolvidable patriarca de la ciencia-ficción Arthur C. Clarke, en el ensayo Perfiles de futuro
de 1962, formula su célebre tercera ley de la tecnociencia: "Cualquier
tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia".
El galardón premia al francés Haroche y al estadounidense Wineland
El premio Nobel de Física de este año 2012 se lo han otorgado a dos científicos
a los que no se puede tachar de magos porque, entre otras cosas,
simplemente han publicado sus trucos, de manera que cualquiera,
siguiendo sus métodos y usando sus mismos equipos, puede obtener
exactamente los mismos resultados que los han encumbrado. Casi solo por
eso, en lo que sigue estaremos hablando de ciencia y no de magia.
¿Se puede estar vivo y muerto a la vez? ¿Es tan mítico el don de la
ubicuidad? ¿Puede teletransportarse un objeto sin ayuda externa ni en
vehículo alguno? ¿Es posible traspasar paredes sin destruirlas? En el
mundo que nos rodea, nada de lo anterior es posible; pero en el mundo
cuántico, o sea, en el microcosmos de las moléculas, los átomos y los
núcleos, todo esto ocurre de manera tan frecuente y bien domeñada que
más de la mitad de la tecnología actual se basa en esa magia cuántica.
Fuentes: Manuel Lozano Leyva;
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